Remedios caseros para el colesterol

Ajo

Uno de estos remedios caseros para el colesterol no es especialmente glamoroso ni es recomendable si después tienes alguna reunión de trabajo o estarás con gente importante cerca. Este remedio consiste básicamente en ingerir la mitad de un diente de ajo en la mañana antes de comer cualquier otro alimento. Bueno, pero por suerte no es el único de los remedios caseros para el colesterol, así que si no deseas que tu aliento apeste entonces puedes optar por comer una manzana en ayunas.


Brócoli y verduras

Otros alimentos que se consideran como parte de los remedios caseros para el colesterol son el brócoli, la cebolla, las zanahorias sin cocer, las espinacas, el pomelo, la avena, las nueces y el aceite de oliva. Hay otros por el estilo que cumplen la función de reducir el colesterol.

Caldos

Los caldos y las sopas son también parte de los remedios caseros para el colesterol que puedes poner en práctica. Por ejemplo, puedes tomar un caldo de verduras que tenga col, cebolla, perejil y apio. Todos esos ingredientes tienen propiedades dietéticas, pero para mejorar el resultado lo ideal es que al caldo, una vez preparado, le agregues zumo de limón. Bueno, y como ya se anuncia con este último ingrediente, lo cierto es que los cítricos son una parte importante dentro de los remedios caseros para el colesterol. Aparte del zumo de limón, por lo tanto, también tienes que considerar como un buen aliado en esta tarea de eliminar el colesterol el zumo de naranjas, que lo ideal es que lo tomes en ayunas.

Jugos

Otro de los remedios caseros para el colesterol es un jugo que se prepara con los siguientes ingredientes: una cucharada de avena, dos cucharadas de salvado de trigo, una cucharada de avena, una manzana picada, un vaso y medio de agua y una cucharada pequeña de miel. Todos estos ingredientes se colocan en una licuadora y se mezclan hasta que quede formado el jugo que deberás tomar cada mañana.

Algunos hábitos que debes seguir

Además de estos remedios caseros para el colesterol te aconsejamos que evites las grasas saturadas que vienen en las carnes de vacuno y en las de cerdo y que también se encuentran en alimentos como el queso, la mantequilla y la leche entera. Naturalmente también debes evitar el sobrepeso, controlar tu estrés y eliminar el mal hábito del cigarrillo.